Tijuana-BC | Isaías Plascencia-CdTj
Desde la entrada del sol por su ventana y hasta la llegada de la noche, Kevin Márquez Romero vive con intensidad la vida a través del deporte de alto nivel, sin dejar de lado los lazos de amistad forjados por años con otros atletas en Baja California y el mundo.
Fue en 1994 cuando inició su historia al lado de sus padres María de los Ángeles y Eduardo, quienes al tiempo lo guiaron e impulsaron a ser parte del Club Tigres en Tijuana, como parte del programa Olimpiadas Especiales México en la entidad.
Desde entonces ha practicado diversas disciplinas deportivas como el futbol, la natación, las bochas, el boliche y hasta el hockey sobre piso, algo que le ha llevado a competir en eventos estatales, nacionales e internacionales.
Múltiples reconocimientos y medallas ha recibido a lo largo de dos décadas, en Los Ángeles, California durante el verano de 2014, donde obtuvo el primero y segundo lugar en dos pruebas de atletismo; el cuarto sitio en los Juegos Nacionales de Olimpiadas Nacionales en Oaxtepec, Morelos, pero con el equipo de futbol.
De manera reciente, este 2017 en los III Juegos Latinoamericanos en Panamá, junto a sus compañeros consiguieron la presea dorada en boliche unificado, al igual que en parejas y en la individual.
Kevin al igual que otros grandes deportistas que se encuentran en una situación discapacidad intelectual, ha roto múltiples barreras sociales e institucionales con el apoyo de su familia y todos los que forman parte del Club Tigres, encabezado por la activista Leticia González Ramírez, lo que le ha llevado a recibir un reconocimiento por parte del XII Ayuntamiento de Tijuana en diciembre de este año.