Es amplia la oferta de productos derivados de la actividad bancaria en México, ya sea a través del ahorro, inversiones o créditos hipotecarios, sin embargo la diversidad empresarial, gubernamental y social incrementa la posibilidad de estructurar un abanico de servicios enfocados a nichos especificos del mercado nacional, como lo es el sector inmobiliario.
Es bajo este esquema como surgió hace algunos años el BIM, una plataforma con crecimiento sostenido, con propuestas flexibles en materia comercial y robustez financiera que la posiciona en la solución para todas las personas físicas y morales involucradas en la generación de vivenda, la construcción de alto nivel o participación en obras de infraestructura.
El Banco Inmobiliario Mexicano al ser una institución especializada en otorgar financiamiento para la edificación, desarrollo y mantenimiento de la industria de este segmento clave de la economía del país, es sin duda la opción integral que genera certidumbre ante el vaivén del panorama mundial actual y más después del crítico entorno pandémico.
Más allá de las inquietudes ahorradoras de la gente, en el BIM se puede contar con acceso a créditos, financiación, fideicomisos e inversiones, tal como lo es PAGA BIM, CEDE RI, BIM CETES, Avanza BIM Patrimonial, Crédito Hipotecario Fovissste, Servicios Fiduciarios y Unidad de Valuación Bancaria, entre otros.
Son ya más de 6,000 inversionistas los que se han sumado al Banco Inmobiiario Mexicano, que cuenta con sucursales en varias ciudades y entre estas, Tijuana, justo a unos metros de la Torre Cosmopolitan en el bulevar Sánchez Taboada, en la zona Río.