A un año de los sismos ocurridos en México, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), presentó el Informe sobre la Situación Humanitaria de la Infancia y Adolescencia, con la finalidad de reconocer los esfuerzos realizados por diversos sectores del país e insistir en la importancia de priorizar acciones aún pendientes para garantizar los derechos de los y las afectadas.
El representante de UNICEF en México, Christian Skoog, señaló que en respuesta a los sismos la organización hizo un llamado inicial de 6.6 millones de dólares para poder cubrir las necesidades especiales a la niñez y adolescencia en cinco sectores: Agua, Saneamiento e Higiene; Educación, Salud y Nutrición; Protección de la Niñez y Políticas Sociales.
“En los estados peor afectados vive una población de alrededor de 7 millones de niños que aún tienen necesidades especiales surgidas por la tragedia. Las acciones de respuesta por cubrir dichas necesidades aún no han concluido” dijo Skoog.
Asimismo, la representante adjunta del organismo, Pressia Arifin-Cabo, puntualizó que “los niños y adolescentes son particularmente vulnerables a los desastres ocasionados por fenómenos naturales desde múltiples dimensiones afectando directamente su salud física o provocándoles reacciones psicológicas dolorosas y angustiantes.”
Del mismo modo, Arifin indicó que en materia de educación los niños y niñas cuyas escuelas fueron dañadas asisten menos horas a clase, dos a tres horas al día, y suelen asistir sólo dos o tres días a la semana.
En este sentido, la organización hizo hincapié en que a largo plazo los desastres pueden causar interrupciones en la educación o el ingreso familiar empujando a los niños y adolescentes al mercado laboral para ayudar a sus familias al hogar y en el sustento.
Para cerrar la presentación del informe de UNICEF, el Embajador de Buena Voluntad y miembro del Consejo Consultivo de UNICEF México, César Costa, agradeció la solidaridad de la sociedad mexicana a favor de los afectados por los sismos y exhortó a continuar participando en las acciones de respuesta hacia las necesidades surgidas por la tragedia.