Los servicios de salud sexual y reproductiva de Aguascalientes, Guanajuato, Guerrero, Morelos, Oaxaca y Puebla, así como de Chiapas, Quintana Roo, Veracruz y Yucatán ignoran a las niñas, adolescentes y mujeres indígenas pues no cuentan con traductores, y el personal desconoce los Derechos Humanos de esta población.