Hoy la magna obra del ecocidio (NAICM) y el desprecio avanza violando los derechos humanos de las comunidades. Su aprobación tuvo a lugar sin haber existido un proceso de información previa, y sin una verdadera consulta.
Documentos oficiales presentados por Jiménez Espriú indican que desde 2013 OACI-ONU afirmó que es posible que Santa Lucía y el actual AICM operen al mismo tiempo, lo cual fue ratificado este año por la misma agencia internacional