Casi 1 de cada 4 adolescentes y jóvenes de entre 15 y 19 años no está empleada ni estudia o recibe capacitación, en comparación con 1 de cada 10 niños de la misma edad. Las niñas sufren mayor violencia física y sexual, y un 60% de los países aún discrimina los derechos de las hijas a heredar tierras y bienes.
La triste realidad es que en las guerras y los conflictos armados son los niños, los miembros más vulnerables de la sociedad, los que más sufren las consecuencias. Los niños son víctimas del reclutamiento como soldados, el homicidio, la violencia sexual, el secuestro, los ataques contra escuelas y hospitales, así como la ausencia de ayuda humanitaria.
La proporción de nacimientos registrados aumentó casi un 20% en la última década, sin embargo, 166 millones de menores de cinco años nunca se han registrado oficialmente. Sin una prueba de identidad, los niños a menudo son excluidos de la educación, la atención médica y otros servicios vitales, y son más vulnerables a la explotación y el abuso.
Por unanimidad, con 114 votos, el Senado de la República aprobó un dictamen, cuyo objetivo es prohibir el uso del castigo corporal, como método correctivo o disciplinario a niñas, niños o adolescentes.
En 1995, en la Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, los países adoptaron por unanimidad la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing : el plan más progresivo hasta ese momento para promover los derechos no solo de las mujeres, sino también de las niñas. La Declaración de Beijing fue la primera en referirse específicamente a los derechos de las niñas.
México festeja el Día del Niño el 30 de abril desde 1924 y como miembro de la Convención de los Derechos de los Niños, desde 1990 se comprometió a proteger y promover los derechos de los niños, niñas y adolescentes, que en nuestro país son un total de 38.8 millones, lo que representa el 30.1 % de la población total.
UNICEF alerta de que, si la comunidad internacional no refuerza la asistencia, miles de niños migrantes y refugiados estarán en riesgo. Colombia ha abierto las puertas a los menores y sus familias, pero las comunidades de acogida están sobrepasadas.