Marie-Roseline Bélizaire, médica y epidemióloga de la Organización Mundial de la Salud (OMS), utiliza su pasión por la medicina comunitaria para ayudar a reducir la propagación del COVID-19 en la República Centroafricana.
Con la llegada de la enfermedad a Goma, una ciudad de la República Democrática del Congo con un millón de personas próxima a Rwanda, la Organización Mundial de Salud revisará, por cuarta ocasión, la eventualidad de la declaración de emergencia. En cualquier caso, los expertos consideran el riesgo de su propagación muy alto, tanto dentro como fuera del país.
UNICEF respalda una campaña de inmunización liderada por las autoridades de salud de la República Democrática del Congo para detener el brote de sarampión que sacude a la región del noreste del país también afectada por el Ébola y azotada por una violencia que genera desplazamientos de población masivos y constantes.
Cerca de 7.500 refugiados congoleños han llegado a Uganda desde principios de junio, derivando en mayor presión sobre unas instalaciones de recepción y acogida ya de por sí considerablemente al límite.
Las muertes se desataron tras una disputa por el entierro de un jefe de la etnia Baunu y se caracterizaron por su extrema violencia y rapidez. Los crímenes pueden ser considerados de lesa humanidad. Por otra parte, en Sudán del Sur, se ha identificado a 23 personas como presuntos autores de crímenes de guerra.