Desde noviembre hasta ahora, 400.000 personas han abandonado el país. La región ha mostrado una “gran solidaridad” al acogerlos en su mayoría, pero la cifra pone de relieve la presión que sufren los países de acogida, según representantes de la ONU.
La llegada de centenares de miles de venezolanos a países vecinos ha generado ciertas manifestaciones xenófobas que empañan la generosidad demostrada en la gran mayoría de los casos tanto por los gobiernos como por la población.