El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que serán liberadas las personas privadas de su libertad que se encuentran internas en Centros Federales de Readaptación Social por delitos no graves y en diez años no han sido sentenciadas.
Un comité de la ONU ha presentado un informe en el que considera “muy preocupante” los numerosos casos de tortura que siguen ocurriendo en el país, muchos de ellos cometidos por las fuerzas de seguridad. Además, señalan las “graves deficiencias” en las investigaciones y la “persistencia de altos niveles de impunidad”.
Aunque la libertad pueda llegar para una persona víctima de tortura policial, no significa que la tranquilidad se vea reflejada en su proceso de reintegración a la sociedad, no al menos de manera inmediata o en su forma ideal.