El sedentarismo de la vida actual, que nos lleva a permanecer largas jornadas en interiores, ya sea en casa, en el trabajo o en el transporte, nos ha llevado como sociedad a detonar una serie de enfermedades, como son el sobrepeso, la obesidad, la diabetes, la hipertensión y otras más como la hipovitaminosis D, que es la deficiencia de la imprescindible vitamina D.
Estamos en pleno invierno, por lo que nos exponemos menos a la luz solar y aumenta el riesgo de que a nuestro cuerpo le falte vitamina D. Lo ideal es tener concentraciones en sangre de esta vitamina de entre 30 y 70ng/ml, y este valor se puede averiguar fácilmente gracias a un estudio de sangre.