Cerca de dos millones de bebés nacen muertos cada año, la gran mayoría -un 84%- en países de ingresos bajos y medianos bajos. Si la COVID-19 reduce los servicios de salud a la mitad podría causar casi 200.000 casos adicionales en 117 países, destaca un informe de la ONU. "Más allá de la pérdida de vidas, los costos psicológicos y financieros para las mujeres, las familias y las sociedades son graves y duraderos", señala la directora del fondo para la infancia.
El dictamen avalado previamente por la Comisión de Trabajo y Previsión Social, establece que las madres trabajadoras tendrán derecho a disfrutar de un descanso de siete semanas anteriores y siete posteriores al parto.
Las trabajadoras oaxaqueñas podrán administrar sus días de descanso asignados a la fecha antes del parto, esto se logra luego de la reforma a la Ley de Servicio Civil para las trabajadoras del Gobierno del Estado, impulsada por el Congreso local.
En México, las políticas públicas impusieron desde la década de los 50 que los partos fueran atendidos por médicos y enfermeras obstetras en centros de salud, diluyendo la labor de las parteras.
Una hora estuvo Azucena con dolores de parto esperando que alguien la atendiera en el Hospital mientras otras mujeres en la misma situación que ella gritaban por las contracciones, sin que nadie se acercara a ellas.