El pasado 3 de abril, la Cámara de Diputados aprobó por mayoría una reforma a la Ley Federal de Protección al Consumidor, la cual busca prohibir que los comerciantes cobren a los consumidores comisión y/o cargo extra al realizar su pago con una tarjeta bancaria, contemplando sancionar con multa que va desde $701.15 a $2,243,671.49 a aquellos que insistan en hacerlo. La iniciativa ya fue turnada a la Cámara de Senadores para su discusión.
El contexto deliberativo de esta iniciativa dejó entrever que el cobro de esta comisión por parte de los comerciantes es una práctica abusiva que encarece y lacera el consumo y el poder de compra de la gente. A decir de los legisladores, las reformas propuestas son una acción de justicia que defiende la economía del consumidor.
Ante ello, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) eleva la voz para, nuevamente, señalar los graves problemas a los que se enfrenta el pequeño comercio: inseguridad y extorsión, costo elevado de los servicios (luz), márgenes de ganancia mínimos que resultan de un excesivo intermediarismo en el suministro, ausencia de líneas crediticias blandas que revitalicen su actividad comercial de manera sostenida, tramititis para aperturar un negocio que deriva en un obligado pago de coyotaje, etcétera.
“A este cúmulo de problemas y obstáculos que encara el pequeño comercio en el país y que impiden que el consumo y la economía local se robustezca a fin de conseguir mayor derrama económica en las comunidades, habrá que agregar ahora esta iniciativa propuesta por algunos legisladores insensibles a la realidad, que de último minuto, en una suerte de albazo legislativo, se sacaron de la chistera para prohibir el cobro de comisión por pagar con tarjeta bancaria, tildándolo como un abuso por parte de los comerciantes. Esto sin mayor reflexión ni conocimiento y mucho menos haberlo sometido a algún tipo de consulta”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Ante el vacío y descontextualización en que se votó la reforma en la Cámara de Diputados, pedimos a la Cámara de Senadores estudiar a fondo la temática, convocando a foros de discusión a todos los involucrados: consumidores, comerciantes y autoridades, sin olvidar a los banqueros, en donde se nos permita públicamente dejar claro los siguientes considerandos:
La Secretaría de Hacienda, el Banco de México y la Secretaría de Economía, entre otras dependencias, desde hace algunos años han venido insistiendo al pequeño comercio del país que abandonen el dinero en efectivo en sus operaciones comerciales y migren al pago con tarjetas bancarias. El llamado gubernamental es a desmonetizar la actividad comercial y llevarla a un plano electrónico que conllevaría a la bancarización del flujo de recursos de este sector, lo que les permitiría un mayor control, condición base para la formalización de la actividad económica.
Este llamado no ha sido acatado con la celeridad esperada, ya que en nuestro país la economía informal es mayoritaria, por lo que el 70% de las operaciones comerciales que se realizan son en efectivo. Entonces, pasar a dar preferencia al cobro electrónico es un asunto cuesta arriba. Pese a ello, ANPEC ha registrado una tendencia creciente y favorable que se ha venido observando al ser cada vez más los puntos de venta que brindan la opción de pago con tarjeta en sus operaciones.
“En este marco, los banqueros, fundamentalmente españoles, al promover la Terminal Punto de Venta en los negocios, lo que además implica la apertura de una cuenta bancaria, de manera formal muestran a los comerciantes en letra chiquita la cláusula que les indica que la comisión por el uso de la terminal para cobro con tarjeta (promedio 5%) no debe ser endosado al consumidor, mientras que en corto, de manera económica, su narrativa es otra, les intentan convencer de abrir la cuenta y tomar esta opción de cobro, sugieren que simplemente adviertan a los clientes que busquen pagar con tarjeta, que la comisión por hacerlo será cargada al costo de su compra y, de no aceptar, podrán pagar en efectivo, como ya lo venían haciendo, resultando esta la forma en que poco a poco se ha venido avanzando el pago con tarjeta bancaria en los pequeños negocios en México”, explicó Rivera.
Si la preocupación de los legisladores, legítimamente, busca defender la economía de los consumidores y evitar que se les cargue una comisión al hacer su compras y consumos pagando con tarjeta, entonces deben entender que los pequeños comerciantes también somos consumidores y, como tal, no nos gusta que se nos cobre esta comisión. No se necesita mucho talento para entender que el origen del cobro de esta comisión viene de los banqueros, que no explican el porqué del monto de este cobro y, de manera unilateral, lo imponen y esconden la mano. El espíritu comercial de los pequeños negocios que aceptan el pago con tarjeta en ningún momento ha sido desentenderse de una responsabilidad, pues ésta en principio ni les corresponde.
Exhortamos a los legisladores a que se aborde con toda honestidad esta problemática y que en beneficio de la sociedad mexicana se regule el cobro de las comisiones bancarias leoninas por los banqueros, pues no nada más se trata de la comisión por uso de Terminal Punto de Venta, sino también del cobro exagerado por disposición de efectivo en cajeros automáticos, que conlleva una doble comisión, la que cobra el banco que te da el dinero y la que cobra el banco que lo tiene, sumando en conjunto hasta $60.00 en muchos de los casos.
Sentido común, señores legisladores, dejen de apuntar con el dedo a quien no corresponde y de exclamar “¡Ahí va el ladrón, atrapen al ladrón!”. Pareciera que para dejar ir al verdadero ladrón, silbando y muy quitado de la pena.
#NoAlCobroDeComsionesBancariasLeoninas
#PorUnaEconómiaFormal