El campus universitario de la Ibero Tijuana fue sede del Simposio de Neurociencia y Salud Mental, organizado por el Centro Neuropsic México en coordinación con la institución académica. En este encuentro, el Dr. Hugo Wright Villela ofreció la conferencia El rol del psicólogo dentro del campo de la salud, abordando la evolución del concepto de salud y su impacto en la percepción social de la locura.
Desde el inicio de su intervención, el Dr. Wright Villela subrayó que el concepto de salud ha cambiado con el tiempo, influenciado por factores históricos y culturales. Destacó que, aunque en 1948 la Organización Mundial de la Salud definió la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, actualmente se concibe como un proceso dinámico, adaptativo e integral. «No podemos reducir la salud solo a la ausencia de enfermedad; es un constructo que abarca múltiples dimensiones que evolucionan junto con la sociedad.»
Uno de los aspectos más controversiales de la conferencia fue la reflexión sobre la locura, un fenómeno que, según el especialista, no surge en lo salvaje, sino dentro de la propia sociedad. Parafraseando a Michel Foucault, Wright Villela argumentó que la locura es más que una condición médica: es una construcción social que delimita quién es considerado normal y quién no. «A diferencia de otras enfermedades, al loco no se le compadece, se le teme. La sociedad no busca integrarlo, sino excluirlo, encerrarlo, medicarlo.»
Este planteamiento llevó a la discusión sobre el poder que ostentan los profesionales de la salud mental. Siguiendo la línea del movimiento antipsiquiátrico, Wright Villela explicó que la crítica no recae sobre la psiquiatría o la medicina en sí mismas, sino sobre la autoridad que tienen para definir los límites de la salud y la enfermedad. «Quien tiene el poder de decidir quién es un loco y quién no, tiene la capacidad de transformar su concepto de salud, de excluirlo o integrarlo en la sociedad. Y en ese poder hay una gran responsabilidad.»
La conferencia concluyó con una invitación a repensar el papel del psicólogo dentro del sistema de salud, alejándose de enfoques reduccionistas y promoviendo una visión más holística del bienestar mental. Wright Villela enfatizó que la psicología debe asumir un rol crítico y consciente de su impacto, reconociendo la subjetividad del paciente y su historia como elementos centrales en su tratamiento.
«Un diagnóstico no define una vida, sino un espacio de tiempo, una situación momentánea», Dr. Wright Villela.