Con 25 años de trayectoria en la protección de sitios históricos, el activista Armando Ramos Hernández se ha consolidado como una de las voces más firmes en la defensa del patrimonio cultural de Baja California. Coordinador de la Asociación Defensores de Baja California 1911 y miembro del Consejo del Patrimonio Cultural del Estado, Ramos ha participado en seis declaratorias patrimoniales que han permitido preservar monumentos y espacios emblemáticos de la entidad.
“El patrimonio cultural es un área que todos los ciudadanos mexicanos debemos proteger, y no sólo eso: educar sobre nuestro pasado para entender nuestro presente”, expresó Ramos durante una entrevista reciente. Su labor ha sido clave en la conservación de espacios como el Hotel Riviera de Ensenada, el Parque Teniente Guerrero, el antiguo Palacio Municipal de Tijuana, la escuela Álvaro Obregón —hoy Casa de la Cultura— y el monumento a los Defensores de Baja California, que honra a los héroes que resistieron la invasión filibustera de 1911.
Su compromiso nació a finales del siglo XX, cuando presenció el intento de demolición de las bodegas de Santo Tomás en Ensenada. “Fue muy impresionante. Todos los ensenadenses salieron a la calle, abrazados y tomados de la mano, le dieron la vuelta a la cuadra… fueron rescatadas, restauradas, y hoy ese sitio histórico se disfruta con vino, comida, artesanías”, recordó.
La lucha por el patrimonio en Baja California no ha sido sencilla. Ramos señala que uno de los mayores retos es la falta de empatía ciudadana: “La ciudadanía está más ocupada en atender sus negocios propios, a su familia, y olvidan este importante sector… hemos perdido fachadas, pórticos, casas, residencias de gran valor histórico”.
Entre las pérdidas más dolorosas, menciona la demolición de la Puerta México, diseñada por el arquitecto Mario Pani, una obra de arquitectura de autor con vínculos estilísticos a edificios icónicos como la Ópera de Sídney y la Biblioteca Central de Noruega. También se perdió el Monumento a la Raza en los años 60, ubicado en la entrada de la línea internacional.
La Ley de Patrimonio Cultural del Estado de Baja California, vigente desde 1997, respalda la protección de sitios, monumentos, literatura, gastronomía y todo lo tangible e intangible que conforma la identidad regional. “El Estado es joven, pero tiene historia, arquitectura, memoria… y es hora de protegerla y divulgarla”, afirma Ramos.
Su labor continúa, con la convicción de que cada espacio rescatado es una victoria para la memoria colectiva. “Seguimos trabajando con asociaciones civiles, recopilando memoria oral, fichas técnicas, históricas y arquitectónicas. Porque conservar el patrimonio es conservar la dignidad de nuestra tierra”.
Circunferencias en Espiral
Esta conversación con Armando Ramos Hernández fue parte de una entrevista realizada por Isaías Plascencia Rosales en el programa de radio Circunferencias en Espiral, transmitido a través de Fusión 102.5 FM, en colaboración con Mónica Peraza Ramírez.