Lo que comenzó como un pequeño grupo de estudiantes con nostalgia por el tango, hoy es una comunidad fronteriza que baila, escucha y comparte esta expresión artística con pasión y constancia. Desde 2010, la agrupación Sin Fronteras Tijuana Tango que encabeza Cheryl Álvarez, ha sido un motor clave en la promoción del tango danza en la región, consolidando un espacio de encuentro que trasciende generaciones, estilos y nacionalidades.
“Regresé de Argentina con el deseo de seguir practicando y compartiendo tango. Coincidimos varios en ese interés y decidimos formalizar la agrupación”, recordó la directora del colectivo. A lo largo de 16 años, Sin Fronteras ha evolucionado en estructura y alcance, pasando de ser un grupo de entusiastas a una plataforma que articula clases, presentaciones, talleres y vínculos con artistas de México y el extranjero.
El crecimiento no se mide solo en número de asistentes, sino en la calidad del baile, la diversidad de propuestas y la consolidación de códigos compartidos. “El tango no se aprende de un día para otro. Es una práctica que requiere paciencia, escucha y conexión. Pero también es una forma de bienestar, una meditación de dos”, explica Álvarez.
En Tijuana, el tango ha encontrado un terreno fértil. La ciudad ha visto aumentar el número de bailarines, maestros y espacios dedicados a esta disciplina. Además, la comunidad local ha logrado atraer a visitantes de San Diego, Los Ángeles, Mexicali, Ensenada y Rosarito, generando un circuito binacional de intercambio artístico.
La milonga —nombre que designa tanto un subgénero musical como la fiesta social del tango— es uno de los espacios más representativos de esta cultura. En ella se aplican códigos tradicionales como el cabeceo (invitación visual al baile), la circulación en contra del reloj y la organización por tandas musicales. “Es un espacio donde no necesitas pareja, donde las mesas se comparten y se detiene el tiempo por un momento”, describe Álvarez.
Además del baile, el tango en Tijuana se ha nutrido de otras expresiones artísticas: canto, música en vivo, fotografía, pintura y teatro. “Hemos coincidido con músicos, cantantes y artistas visuales que comparten el amor por el tango. Es una forma de vida que se expresa en múltiples lenguajes”, añade.
En este contexto, Sin Fronteras Tijuana Tango organiza el séptimo Festival Tijuana Tango, que se celebrará del 21 al 23 de noviembre. El programa incluye clases gratuitas, talleres intensivos, exhibiciones de baile, conciertos y milongas con artistas invitados como el cantante argentino Martín de León, la pareja de bailarines Giovanna Dan y Guillermo de Facio, y la orquesta Los Ángeles del Tango. Las actividades se desarrollarán en distintos espacios de la ciudad, como el Salón Encanto y el Centro Cultural Tijuana.
“El festival es una oportunidad para que nuevos públicos se acerquen al tango, ya sea como espectadores o como participantes. Siempre incluimos clases para principiantes y espacios abiertos donde todos pueden integrarse”, señala Álvarez.
Con cada paso, cada abrazo y cada nota, el tango en Tijuana sigue creciendo como una experiencia colectiva que invita a la introspección, al disfrute y al encuentro. Una comunidad que, sin fronteras, baila al ritmo de su propia historia.
NOTA: entrevista realizada en el programa de radio Circunferencias en Espiral, por Mónica Peraza Ramirez e Isaías Plascencia Rosales, esto en Fusión 102.5 FM del IMER.












