La inclusión escolar de niñas y niños con discapacidad sigue siendo un desafío impostergable. Las aulas, en muchos casos, se encuentran rebasadas en su capacidad de atención, lo que evidencia la necesidad de fortalecer recursos y estrategias dentro del sistema educativo.
Durante una conferencia de prensa en el sistema educativo estatal, la Secretaria de Educación en Baja California, Irma Martínez Manríquez, informó que se han impulsado mesas de trabajo a nivel estatal para capacitar al personal docente y ampliar sus herramientas de inclusión. Subrayó que el reto comienza desde la primera infancia: es fundamental que los niños ingresen a la escuela desde los tres años y se les practique el tamizaje correspondiente, garantizando una detección temprana.
Si bien existen centros como USAER, CRIT y escuelas de educación especial, la cobertura resulta insuficiente frente al rezago acumulado. Aun cuando los alumnos de las escuelas normales reciben asignaturas sobre inclusión, la formación sigue siendo limitada y requiere mayor profundidad y práctica.
En las aulas se han detectado principalmente discapacidades motrices, visuales, auditivas, intelectuales y psicosociales, lo que exige una atención diversificada y especializada para cada caso. La falta de personal capacitado y de materiales adaptados incrementa las brechas de aprendizaje y limita la participación plena de los estudiantes.
Se ha solicitado a la federación la creación y ampliación de más escuelas USAER, así como su presencia en comunidades indígenas, donde la falta de recursos es aún más evident





