Los vales de despensa cumplen cuatro décadas como parte del sistema de prestaciones laborales en México. A lo largo de este tiempo, han evolucionado desde canastas físicas hasta monederos electrónicos, consolidándose como un recurso que complementa el ingreso de millones de trabajadores.
Marco Antonio Martínez Vázquez, presidente ejecutivo de la Asociación de Sociedades Emisoras de Vales (ASEVAL), explicó que esta prestación es recibida por cerca de 10 millones de personas en el país. En Baja California, alrededor de 200,000 trabajadores cuentan con ella, especialmente en el sector maquilador, donde su entrega semanal es común.
El monto promedio mensual que reciben los beneficiarios oscila entre los 1,200 y 1,400 pesos. Aunque existe un tope legal —una UMA mensual, equivalente a aproximadamente 3,500 pesos—, la mayoría de las empresas otorgan alrededor del 10% del salario en vales. “Es una ayuda adicional al salario… que el trabajador lleva a casa para hacer el súper, las compras de despensa, de comida con su familia”, señaló Martínez Vázquez.
ASEVAL agrupa a cinco emisoras: Edenred, Efectivale, One Card, Up Sí Vale y Pluxee. Estas compañías concentran entre el 80 y 85% del mercado nacional. Su función principal es representar al sector ante autoridades, legisladores y otros actores públicos. “Como en todos los sectores, siempre es importante tener un organismo que te represente ante posibles cambios en las leyes”, comentó.
Uno de los temas que ha motivado gestiones recientes es la deducibilidad fiscal. Hasta 2014, las empresas podían deducir el gasto en vales al 100%. Actualmente, solo pueden hacerlo al 53%. “Parte de las labores que hemos hecho es tratar de que se reinstituya al 100% esta deducción para la empresa”, indicó.
Desde la reforma de 2014, los vales físicos fueron sustituidos por monederos electrónicos autorizados por el SAT. Esta transición implicó el cumplimiento de requisitos técnicos y de seguridad. “El SAT debe revisarnos y verificar que cumplamos con una serie de requisitos, entre ellos tener sistemas de seguridad muy robustos”, explicó.
En cuanto a su uso, los vales deben ser aceptados en establecimientos que vendan productos de la canasta básica y cuenten con terminal bancaria. Aunque pueden presentarse casos aislados de rechazo, las emisoras afiliadas a ASEVAL mantienen convenios con cadenas comerciales en todo el país. “Si yo quiero ir a comprar aquí enfrente, porque estoy acostumbrado a hacerlo, pues tiene que hacerlo, tiene que llevarlo a cabo”, dijo.
Los vales tienen validez nacional. “Los vales que recibes en Tijuana los puedes cambiar en Mérida, en la Ciudad de México o en cualquier parte del país, solo del país”, puntualizó Martínez Vázquez.
Respecto a la cobertura empresarial, ASEVAL estima que existen alrededor de 75,000 empresas afiliadas a nivel nacional. En Baja California, aunque no se tiene una cifra exacta, se calcula que hay entre 1,500 y 2,000 establecimientos que aceptan vales, siempre que cumplan con los requisitos establecidos.
Martínez Vázquez también explicó que esta prestación es voluntaria para las empresas. “El aguinaldo, la prima vacacional, las vacaciones… son obligatorias. El resto… son voluntarias”, dijo. Una vez otorgadas, se vuelven parte de los derechos del trabajador. En el caso de las maquiladoras, muchas han adoptado los vales como parte de sus beneficios recurrentes.
La entrevista para CiudadTijuana, fue realizada por Isaías Plascencia Rosales y Mónica Peraza Ramírez.
