La boxeadora profesional Carime Arriaga, tijuanense de 22 años con estudios en Contaduría y Administración e instructora deportiva en el Club de Niños y Niñas Tijuana, compartió su historia y visión en entrevista para el programa Circunferencias en Espiral, transmitido por Fusión 102.5 FM del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), bajo la conducción de Isaías Plascencia Rosales y Mónica Peraza Ramírez.
Arriaga relató que su acercamiento al boxeo comenzó en la secundaria, cuando buscaba una actividad para ocupar sus vacaciones. “Yo inicié en esto del boxeo cuando tenía 14 años, ya llevo 8 años, fueron 7 de amateur y apenas cumplí mi año de boxeo profesional. Nunca pensé que fuera a terminar en este tipo de disciplina, ya que es un deporte muy poco fomentado en mujeres. Lo empecé cuando estaba en secundaria y me gustó, actualmente sigo en esto y es un deporte muy bonito, la verdad me ha enseñado bastante”, expresó.
Su primera experiencia fue en una casa del fraccionamiento Natura, donde entrenaba junto a un compañero de clase. “La primera vez se me hizo bien pesada porque no estaba acostumbrada a tanto ejercicio. Yo antes jugaba fútbol, pero en el boxeo no sabía nada. La primera semana mi amigo ya no aguantó, yo sí me enfoqué bastante porque el ambiente me gustó, la técnica, la descarga energética que uno deja allí”, recordó.
Aunque su padre se oponía al inicio, Carime decidió continuar. “Desde un principio se me había dicho que yo no podía boxear. Mi papá decía que me iban a dañar la vista, pero como toda adolescente no hice caso. Me tuve que revelar en cierta parte porque era algo que me apasionaba. Creo que fue la mejor decisión que pude haber tomado, porque muchos a esa edad tienden a caer en malas juntas y yo escogí la disciplina”, afirmó.
El debut profesional en Mexicali
En la entrevista, Arriaga compartió que su debut profesional en 2024 fue un momento decisivo. “La verdad volver a esa ciudad me encantaría para otra pelea posiblemente, pero sí fue la experiencia que me marcó porque fue el inicio de lo que ahora es mi carrera profesional. Esta chica con la que peleé fue campeona nacional en Estados Unidos, traía más recorrido amateur que yo y tres peleas profesionales más, pero no nos logró superar. Yo regreso a Tijuana llorando, porque uno es como lanzarse al ruedo y la gente sabe lo que significa. Mi gimnasio, mi familia y mis amigos me recibieron muy bien”, relató.
Ese debut en Mexicali no solo significó el inicio de su carrera profesional, sino también la confirmación de que podía enfrentar rivales con mayor experiencia y salir victoriosa. “Fue un reto muy grande porque yo era debutante y ella ya tenía más peleas profesionales. Sin embargo, supimos superarla y eso me dio confianza para seguir adelante”, explicó.
Tras ese debut, se tomó un breve descanso. “Uno tiene que descansar, el cuerpo también se desgasta, los músculos se queman. Fueron como una o dos semanas. Después tuve situaciones en la escuela porque estaba por terminar mi carrera y también trabajaba, entonces me vi frenada en los entrenamientos. La vida de deportista y estudiante es muy exigente”, comentó.
En noviembre de ese mismo año regresó al ring en Rosarito. “Peleé con una chica de Aguascalientes y la superamos también. Fue mi regreso después de algunos meses de inactividad. Mi preparador físico Kevin Herrera trabajó conmigo en fuerza y músculo, y después hicimos el corte de peso. Mi entrenador Jaime Castillo fue el pilar más importante porque él me enseña la técnica, la estrategia, la inteligencia para pelear. Muchos creen que el boxeo solo se trata de estar tirando golpes, pero no, hay que ser inteligentes”, subrayó.
Metas y sacrificios
Arriaga tiene claro su objetivo. “Antes de mis 25 me gustaría ya estar peleando por un campeonato del mundo, si no es que ya estaría siendo campeona. Para eso me falta más entrenamiento, más disciplina, más autoexigencia. Algo que voy a confesar es que me encanta comer, y para pelear tengo que estar en un peso. Ese es mi mayor reto, porque no es tan difícil para mí correr una hora o entrenar dos horas, sino llegar a mi casa y evitar el pan, las galletas, todo eso”, comentó entre risas.
La boxeadora reconoció que la preparación profesional exige sacrificios constantes. “En el profesional me tocó experimentar ese sacrificio del que todo el mundo hablaba, el levantarse temprano, llevar psicólogo deportivo, preparación física, nutriólogo, entrenamiento de boxeo y claro, tus horas de sueño bien distribuidas. Yo decía, es mucho, no sé cómo las muchachas que debutan lo pueden hacer, pero al final salió”, relató.
Inspiración para nuevas generaciones
Además de su carrera deportiva, Carime se ha convertido en referente para niños y jóvenes. “Entré a trabajar al club hace como un año y medio. Nunca había trabajado con niños, fue algo nuevo para mí transmitirles confianza y conocimiento. Mi relación con ellos ha ido mejorando, ya tenemos costales y estamos progresando en esa área. También me uní al equipo Rescate Juvenil Tijuana, donde los fines de semana entreno a chicos de primaria y secundaria. Me agradó la idea de empezar a hacerme de mi gente, de mi público”, compartió.
Su labor como instructora y formadora refleja el mismo espíritu que la llevó a elegir la disciplina en su adolescencia. “Yo siempre los adentro mucho a mi área, les creo esa disciplina, autoexigencia. Ellos están aprendiendo eso que yo aprendí cuando tenía su edad. Es muy bonito, porque volver a hablar de esto me hace volver a vivirlo y no olvidar cómo me sentía en ese momento”, expresó.
Una carrera en construcción
La historia de Carime Arriaga es la de una joven que encontró en el boxeo una forma de autosuperación y disciplina, y que ahora busca consolidarse en el ámbito profesional con la meta de alcanzar un campeonato mundial. Su paso por Mexicali y Rosarito son capítulos iniciales de una trayectoria que promete crecer, mientras inspira a nuevas generaciones en Tijuana y Baja California.
