Con una jornada marcada por tradición, alegría y sabor, la vinícola L.A. Cetto celebró su 97 aniversario con la emblemática Fiesta de Colores, evento que forma parte de la temporada de vendimia 2025 y que reunió a visitantes, colaboradores y amantes del vino en su sede ubicada en el Valle de Guadalupe.
La celebración inició con una ceremonia eucarística, en la que se agradeció por la cosecha y el legado vitivinícola de casi un siglo. Posteriormente, se llevó a cabo la esperada primera molienda, momento simbólico en el que decenas de kilos de uva fueron depositados en la maquinaria como acto inaugural del proceso que transformará el fruto en vino.
🍇 Tradición y convivencia en torno al vino
Entre reencuentros, fotografías y un ambiente festivo, los asistentes disfrutaron de una amplia degustación de etiquetas de la casa, incluyendo vinos blancos, rosados y tintos, acompañados por bocadillos de alta cocina que resaltaron los sabores regionales.
Uno de los momentos más esperados fue la tradicional competencia de pisado de uvas, que se realizó en dos etapas: primero con la participación de mujeres y luego de hombres, en una dinámica que combinó entusiasmo, música y participación comunitaria.
🍽️ Gastronomía, paisaje y música
La jornada continuó con una comida gourmet al aire libre, con vista panorámica al valle, donde el colorido natural de la región se integró con la ambientación musical y la propuesta culinaria. Como cierre sorpresa, el cantante Reyli apareció en el escenario para ofrecer un concierto íntimo que puso el broche final a una celebración cargada de identidad, historia y sabor.
La Fiesta de Colores reafirma el papel de L.A. Cetto como referente en la industria vitivinícola mexicana, al tiempo que fortalece el vínculo entre tradición, territorio y comunidad en cada vendimia.
