Este 29 de septiembre, Día del Maíz y de las Mujeres Medicina, parteras de todo México se reunieron en una manifestación pacífica para defender la partería tradicional frente a la amenaza que representa la Norma Oficial Mexicana 020 (NOM-020). Con altares, cantos y palabras de unión, exigieron respeto por su labor ancestral y denunciaron la posible criminalización del parto en casa.
Jimena Rojas García, partera de la Asociación Partería y Medicinas Ancestrales, compartió un mensaje profundo:
“La partería está viva. Es cultura, es amor, es resistencia. No queremos que en México se prohíba el parto en casa como ya ocurrió en Argentina y Chile.”
La NOM-020 busca imponer requisitos clínicos que no corresponden con la realidad de las parteras, quienes atienden en casas, albergues, iglesias y comunidades. “No necesitamos circuitos clínicos ni recolección de residuos infecciosos. Lo que hacemos es acompañar con amor, con saberes, con respeto”, explicó Rojas.
La manifestación también visibilizó la crisis del sistema de salud en México. En hospitales públicos, el acceso es limitado y tardío; en privados, la medicalización es excesiva y apresurada. “En lo público, hay muy poco y muy tarde. En lo privado, hay muchas intervenciones y cesáreas innecesarias. La partería es otra cosa: es cuidar la vida, los procesos, el cuerpo, el alma”, dijo.
Las parteras denunciaron la violencia obstétrica y pidieron una transformación profunda en la formación médica. “Queremos que se enseñe a atender partos con respeto, sin castigos, sin guardias inhumanas. Que se reconozca el parto vertical, el parto con amor, como nuestros cuerpos saben hacerlo.”
La partería no es solo una profesión: es una herencia viva, diversa y comunitaria. Desde el sur al norte, del bajío al centro, parteras se unieron para pedir que se proteja este saber milenario. “Así como cuidamos las semillas y decimos no a lo transgénico, hoy decimos no a la norma y sí a la vida.”
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