Sin embargo, las personas con autismo siguen enfrentándose a la discriminación y a otros retos. Como todos los grupos, poseen una amplia gama de talentos y retos que a menudo no son reconocidos por el mundo en el que nacen.
Cuando se habla de un niño que tiene autismo escuchamos constantemente la frase: "Ese niño vive en su propio mundo", pero ahora se sabe que en realidad poseen una alteración biológica que causa que su mente se comporte de forma diferente a las personas sin esta patología.
En el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, reconocemos y celebramos los derechos de las personas con autismo. La celebración de este año llega en medio de una crisis sanitaria como no se recuerda otra en nuestras vidas, una crisis que genera un riesgo desproporcionado para las personas con autismo a consecuencia del coronavirus y de sus efectos sobre la sociedad.
El autismo es una afección neurológica permanente que se manifiesta en la primera infancia, independientemente del género, la raza o la condición social y económica. El término espectro autístico se refiere a una serie de particularidades. Un apoyo y un entorno adecuado y la aceptación de esta variación neurológica permiten a aquellos que padecen trastornos del espectro autístico disfrutar de las mismas oportunidades y participar de manera plena y eficaz en la sociedad.
Senadores, especialistas y organizaciones de la sociedad civil plantearon las diferentes necesidades de las personas con espectro autista, a fin de identificar oportunidades de participación política e incidencia pública en beneficio de la mejora de calidad de vida de quienes tienen esta condición.
El autismo es una afección neurológica permanente que se manifiesta en la primera infancia, independientemente del género, la raza o la condición social y económica.
Yael Juega, corre y brinca como cualquier niño a sus casi cinco años, además siempre encuentra una y otra manera diferente de comunicarse con su mamá, Pamela Díaz quien le guía e instruye con paciencia y creatividad.