Unos 40 millones de personas se sumaron en un año al colectivo global que sufre inseguridad alimentaria aguda, alerta el informe anual sobre el tema. En América Latina y el Caribe, 12,7 millones padecen el flagelo. Las agencias de la ONU piden abordar las raíces de un problema creciente y alarmante.
Guatemala pierde unos 12.000 millones de dólares al año, el 16,3% de su PIB, por los impactos económicos, sociales y de salud relacionados con la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad, asegura un nuevo estudio del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Las consecuencias del hambre van más allá de la desnutrición. “Cómo te sentirías sin posibilidad de tener fuerza para trabajar, para mantener a tu familia, para traer agua? Los niños no pueden aprender, tienen tanta hambre que no se pueden concentrar”, resume.