Unas 458 mujeres embarazadas o posparto han muerto, la mayoría en México y Brasil. Además, se han presentado al menos 1500 casos del peligroso Síndrome Inflamatorio Multisistémico derivado del COVID-19 entre niños y adolescentes. La agencia de la salud de la ONU pide que se intensifiquen los esfuerzos para garantizar el acceso a los servicios de salud.
De 2012 al primer semestre de 2018 el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred) atendió a 7 mil 882 personas por presuntas conductas discriminatorias, de las cuales destacan la que hicieron las mujeres por estar embarazadas.
Las trabajadoras oaxaqueñas podrán administrar sus días de descanso asignados a la fecha antes del parto, esto se logra luego de la reforma a la Ley de Servicio Civil para las trabajadoras del Gobierno del Estado, impulsada por el Congreso local.
Un 15% del total de los embarazos en la región, son de menores de edad. La mayoría ocurren en Guatemala, Nicaragua, Panamá y la República Dominicana. Además, existe una preocupante tendencia ascendente en los embarazos de las niñas de 14 años o menos, advierte el estudio.
En México, el Centro Nacional para la Prevención y el Control de VIH y el Sida (Censida) estima que al año, más de mil 500 mujeres que presentan un embarazo son portadoras de VIH, sin embargo no todas reciben un diagnóstico porque sólo la mitad de las embarazadas acceden a una prueba del virus.
En la montañas de los Altos de Chiapas al suroeste de México, en condiciones inhumanas y sobreviviendo a temperaturas extremas de frío, se calcula que más de 5 mil personas entre mujeres embarazadas, niñez y adultos mayores se escoden de los grupos paramilitares por el conflicto territorial entre los municipios de Chalchihuitán y Chenalhó.