La escritora, orientadora y maestra Mayra Tamayo, con más de tres décadas de experiencia en la docencia, ha dedicado su vida a acompañar a otros en sus procesos de aprendizaje y transformación personal. Reconocida por su primer libro para aprender inglés, Whatchumean?! Whatchusay?!, ayudó a muchas personas a superar el miedo de hablar otro idioma.
Ahora regresa con una propuesta más íntima y profunda: El Camino del Aprendizaje Continuo, un libro que combina herramientas prácticas, reflexión emocional y una dimensión espiritual para guiar a los lectores en su crecimiento personal.
Este nuevo libro no pretende ser una revelación de conceptos inéditos, sino una forma distinta de presentar lo que muchos ya han leído en otros textos de autoayuda. Tamayo explica que lo que lo hace diferente es cómo está escrito, con otras palabras y desde una perspectiva cercana, como si fuera una amiga que conversa con el lector.
Como educadora, sabe que para que algo realmente se aprenda, debe repetirse al menos siete veces de manera distinta. Por eso el libro está diseñado para ser leído, reflexionado y aplicado. No basta con acumular información; el verdadero aprendizaje ocurre cuando se pone en práctica.
Cada capítulo inicia con una frase inspiradora, seguida de una historia breve que introduce el tema. Luego se presentan cinco herramientas para trabajar ese aspecto específico, una sección de reflexión personal llamada “Mi aprendizaje”, y ejercicios para reaprender. Es decir, desaprender hábitos o patrones que ya no sirven y sustituirlos por otros más sanos.
Tamayo señala que muchas veces sus alumnos le dicen “es que siempre lo he dicho así” cuando corrige errores gramaticales. Ella les recuerda que hay que desaprender para volver a aprender lo correcto. Este proceso de reaprendizaje es esencial para lograr cambios reales.
Una de las partes más significativas del libro es el Árbol de la Vida, una sección espiritual que Tamayo dudó en incluir, pero que finalmente decidió integrar tras sentir una inspiración profunda. El acrónimo del árbol representa valores y acciones concretas: abrir el corazón, responsabilizarse por los actos, buscar a Dios, orar y leer su palabra.
Esta dimensión espiritual complementa el trabajo emocional y mental, reconociendo que somos seres integrales. Al final de cada capítulo, el lector es invitado a escribir tres decisiones que puede tomar ese día para seguir aprendiendo y avanzar en su camino.
Tamayo enfatiza que este libro no debe leerse de principio a fin como una novela, sino que debe recorrerse paso a paso, haciendo los ejercicios y permitiéndose descansar cuando sea necesario. Ella misma confiesa que solía sentirse culpable por no estar siempre ocupada, pero aprendió que no es lo mismo estar ocupado que ser productivo.
Se vale descansar, llorar, hacer berrinche, sentir tristeza. Pero también es importante ponerle una fecha de caducidad a esos estados emocionales y decidir conscientemente cuándo retomar el camino. El libro invita a reconocer esas emociones sin culpa y a trabajar para volver a subir, sin esperar tocar fondo.
También aborda el miedo a equivocarse, un obstáculo común en el proceso de aprendizaje. Tamayo afirma que no importa la edad, siempre se puede aprender algo nuevo si se tiene salud mental. Aunque no sea fácil ni rápido, lo importante es intentarlo.
Advierte sobre los efectos de la comparación en redes sociales. Muchas veces nos comparamos con lo que vemos en línea, sin saber la historia completa. Si algo no sale como se esperaba, siempre hay algo que se puede aprender, descubrir o llevarse como experiencia.
Lo esencial es decidir avanzar, ver los errores desde otra perspectiva y entender que el aprendizaje es un proceso continuo. Incluso si algo no resulta como se esperaba, puede dejar una enseñanza valiosa.
El Camino del Aprendizaje Continuo está disponible en Amazon y en la página oficial de la autora, mayratamayo.com. También puede encontrarse en redes sociales como @MujerIntencionada.
Este libro, que ya ha recibido reseñas positivas por sentirse como un “abrazo al alma”, es una invitación a mantener la sonrisa, construir felicidad y transformar la vida con intención, reflexión y espiritualidad.
Como dice Tamayo, fue escrito para que incluso su nieta, dentro de 25 años, pueda sentir que su nana le habla y la acompaña, esté o no esté presente.
NOTA: la entrevista fuera realizada en el programa de radio Circunferencias en Espiral a través de Fusión 102.5 FM del IMER y estuvo a cargo de Isaías Plascencia Rosales, en colaboración de Mónica Peraza Ramirez.













