El árbol genealógico cuenta nuestra herencia, no solo está en la sangre sino en lo que elegimos ser, por eso también se poda porque no todas las ramas o las raíces son sanas.
La sangre no pesa mas que la paz, por tal razón debemos elegir a consciencia con quién quiero estar en generaciones futuras.
Tu vida es como una empresa, no puedes prosperar con personas tóxicas porque hay raíces que sostienen pero otras que asfixian.
Hay que hacer ajustes al árbol familiar, sé el primero en romper ciclos. La conexión no se mide por la cercanía sino por el respeto, la reciprocidad y el amor.
No estás obligado a crecer bajo una rama que nunca te dió sombra.
Tienes todo el derecho de elegir tu luz, porque el verdadero propósito de un árbol es florecer.
Podar es un acto de amor mismo porque los patrones heredados no definen tus decisiones.
Quédate con las relaciones que te impulsen a ser mejor persona.
Elige ser alguien que vibre alto siendo un poco “villano”. Que no te de miedo empezar una nueva era donde, te lo puedo asegurar, sentirás apoyo y rechazo.
El proceso no será sencillo, se trata de ser verdadero sin miedo al ¿qué dirán?. Solo mantente leal a ti, enfócate en tu energía y suelta lo que no te aporta.
Defiende lo que crees ¡sé el malo! y confía en ti, porque las intuiciones ignoradas en silencio son las que más ruido hacen al final.
Laura Del Carmen Sánchez.
Autora. Tanatóloga Humanista.
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