La donación de órganos es un proceso vital para miles de pacientes que esperan un trasplante. Sin embargo, existen condiciones médicas específicas que impactan la posibilidad de donar, como la asistolia.
La asistolia ocurre cuando el corazón deja de latir de manera irreversible. Tradicionalmente, en México solo se consideran viables los órganos de pacientes con muerte cerebral, donde el corazón sigue funcionando gracias a soporte vital. Con los avances en tecnología médica, se han desarrollado nuevas estrategias para ampliar la posibilidad de donación en casos de asistolia.
A nivel internacional, países como España han implementado técnicas avanzadas para extraer órganos en pacientes con asistolia bajo estrictos protocolos. La Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y especialistas en Tijuana trabajan para introducir estas tecnologías en México, lo que podría aumentar hasta en un 45% la disponibilidad de órganos para trasplante.
El Dr. Ismael González Contreras, coordinador del curso de asistolia controlada en Baja California, destacó la importancia de esta innovación:
«Hoy por hoy, solo el 10% de los pacientes que fallecen pueden ser donadores porque mueren por muerte cerebral. Con las nuevas tecnologías, podríamos incrementar la cifra hasta un 45% y mejorar la disponibilidad de órganos.»
Además de la evolución tecnológica, expertos trabajan en modificaciones a la legislación para permitir la donación en casos de asistolia. En la actualidad, la Ley General de Salud aún no autoriza plenamente este procedimiento, pero ya existen propuestas formales para su implementación.
La donación de órganos requiere una estrategia multidisciplinaria que involucre a médicos, hospitales, universidades y autoridades sanitarias. Desde Baja California, especialistas se han capacitado en España para implementar estos avances en el país y generar protocolos homogéneos a nivel nacional.
Mientras estas medidas avanzan, el llamado sigue siendo el mismo: la cultura de donación es clave.Con más información y sensibilización, la sociedad puede contribuir a un mejor futuro para quienes esperan un trasplante.