Esta mañana, más de 20 mujeres trans acudieron al Registro Civil de Tijuana para solicitar el cambio de identidad legal. Acompañadas por la activista Susana Barrales, este grupo reafirmó su derecho a existir con dignidad y reconocimiento.
De las más de 20 solicitantes,solo una es originaria de Tijuana. El resto proviene de distintos Estados del país, lo que ha sido uno de los principales motivos por los que se les ha negado el trámite. Esta práctica, que contradice el espíritu de igualdad consagrado en las leyes, ha obligado a muchas personas trans a migrar o desplazarse para acceder a sus derechos básicos.
“Venimos a estos espacios donde no exigimos más allá que la igualdad y nuestros derechos como personas”, expresó Barrales, quien ha sido una figura clave en el acompañamiento de mujeres trans en trámites legales y en la creación de espacios seguros como La Casita, un refugio para la comunidad LGBT+ en Baja California.
Este esfuerzo colectivo busca que las personas trans puedan realizar sus trámites de identidad en el Estado, sin tener que migrar a otras entidades como Guadalajara o Ciudad de México. “A veces la gente no quiere hacer su trabajo, pero yo creo que es momento de que estemos trabajando y haciendo cosas buenas”, señaló Barrales.
Aunque Baja California ha avanzado en materia legislativa, aún persisten barreras burocráticas y falta de voluntad institucional. Sin embargo, el movimiento liderado por Barrales demuestra que el cambio es posible cuando se trabaja en comunidad.
La jornada de hoy no solo representa un paso legal, sino también un acto de afirmación personal. “Las mexicanas, creo que en su momento, estábamos indocumentadas en nuestro propio país porque no teníamos una identidad”, se escucha en el testimonio. Hoy, con leyes que abren camino, el llamado es claro: seguir trabajando, seguir apoyando, seguir creciendo.
Porque la igualdad no debería ser una excepción. Debería ser la norma.