Para el maestro Andrés Ruiz Ávila, comunicólogo con experiencia en México y Silicon Valley, la imagen no es un accesorio estético ni una vanidad superficial: es una herramienta de comunicación estratégica que puede incidir directamente en los objetivos personales, profesionales e institucionales. “La imagen comunica algo sobre ti”, afirma, y con ello invita a repensar el concepto desde una perspectiva más integral, donde lo visual es solo una parte de lo que proyectamos al mundo.
Ruiz Ávila, fundador de Define Group y vicepresidente de gestión interna del Colegio de Comunicólogos de Baja California, sostiene que la imagen debe entenderse como un sistema de signos que incluye la forma de hablar, escribir, comportarse y compartir contenido en redes sociales. “Nos salimos de esta concepción de que la imagen solamente es como te ves frente al espejo. Hay más sustancia todavía dentro de lo que es y debe entenderse como imagen”, puntualiza.
Este enfoque cobra especial relevancia en contextos digitales, donde influencers y profesionales construyen su reputación a través de plataformas sociales. “Buscamos que lo que se suba a redes sociales realmente refleje algo auténtico, algo con lo que la gente pueda conectar”, explica. La autenticidad, más que la perfección, se convierte en el valor diferencial que permite conectar con audiencias y consolidar proyectos.
Pero el trabajo de imagen no se limita a quienes buscan vender productos o posicionar marcas. Toda persona, independientemente de su ocupación, puede beneficiarse de una estrategia de imagen. “Tal vez quiero socializar un poco más, mejorar mis relaciones públicas o buscar una pareja. Estos también son objetivos que se pueden perseguir a través de la imagen”, señala Ruiz, subrayando que incluso el bienestar personal puede fortalecerse mediante una imagen coherente y empoderada.
El cambio de imagen, lejos de ser superficial, suele acompañar transformaciones vitales. “Lo que he visto con clientes y alumnos es que un cambio de imagen va de la mano con un cambio en nuestra vida. Y esto es lo único constante en nuestra vida”, reflexiona. Por ello, propone iniciar cada año con una pregunta clave: “¿Estás comunicando lo que quieres comunicar para lograr los objetivos que te estás proponiendo?”
Contrario a la idea popular de que una asesoría de imagen implica desechar el guardarropa o adoptar estilos ajenos, Ruiz enfatiza que el proceso comienza por conocer la esencia de cada persona. “Un asesor de imagen se dedica a conocerte primero, a entrevistarte, hacer un diagnóstico como cualquier proceso de comunicación, para entonces poder ayudarte a comunicar esa esencia a través de tu imagen”.
El resultado ideal no es una transformación impuesta, sino una proyección auténtica que genera bienestar. “Mi momento favorito de la asesoría es cuando alguien se ve frente al espejo, cuando ve el contenido que subió a redes sociales y se siente feliz porque dice: ‘Ese soy yo, esa soy yo’. Eso es lo bonito”.
🎙️ Esta nota periodística se basa en la entrevista realizada en el programa de radio Circunferencias en Espiral a través de Fusión 102.5 FM del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), conducido por Isaías Plascencia y Mónica Peraza.
