Mi querida y amada mi misma,
La vida nos hace preguntas que debemos responder lo mejor posible a pesar del dolor, el abandono, el frío, el hambre, la enfermedad, la violencia y la incertidumbre.
Nacimos para sobrevivir y vamos desarrollando y aprendiendo mecanismos de defensa y auto protección para enfrentar de todo en la línea de fuego.
No tengo conocimiento de lo que se viene pero de algo sí estoy segura yo voy a morir en el campo de batalla. Me concibo como un soldado medieval en una lucha por un ideal con arco, flecha y ballesta. La verdad es que soy toda una guerrera. Muchas personas a lo largo de mi camino me lo han dicho y hoy me muevo con ese instinto que me inviste de fortaleza edificante y reformista trazando tácticas y estrategias para no morir en el intento.
Hoy estamos solas tú mi niña interior y yo y quiero escribir estas líneas desde el amor propio y no desde la victimización con el único propósito de pegar nuestras piezas rotas y en caso de que nos falte alguna será una ventana para dejar salir nuestra propia luz con la fuerza suficiente para seguir existiendo con sentido, ilusión y voluntad hasta cumplir nuestra misión: ser palabra que conforte, abrazo que cobije, presencia que acompañe, el adulto que te cuide y faro que te guíe.
La soledad tiene sus encantos maravillosos y uno de ellos es que soy mi incondicional, mi very best friend y las únicas que dependen de mí son London y Teeba mis adoradas mascotas.
Mi estímulo principal de cada despertar es el auto cuidado, mi ritual es sencillo pero disciplinado. Lo primero es dar gracias por despertar, le doy sus Whiskas a Tebba, mi gatita y acompaño al baño a London porque ya está viejita esta hermosa Yorkie que me sigue a todas partes. Prendo mi vela y suspiro y sonrío mirando al cielo con la intención de saludar a mis ancestros y a mi hijo Ramón quien me enseñó el encanto de ser mamá de un producto terminado y perfecto.
Después tomo la primera pastilla en ayuno y media hora después la siguiente ronda de drogas multicolores. Mi café recién molido hace el honor de empezar la sinfonía del desayuno seguido de un Alexa buenos días y es la primera voz en contestarme en mi idioma porque es obvio que mis peludas ya lo han hecho al saludarme en su muy particular forma de convivir con su mamá humana.
Alexa me pone al tanto de lo que se celebra en el día, me dice las noticias del mundo, las nacionales y después le pido música variada para prepararme un buen desayuno por el placer de cocinarme, apapacharme y consentirme, sorteando cada movimiento con mi andadera porque no tengo equilibrio. Tengo muchas pasiones y cocinar es una de ellas. Antes lo hice para la familia que decidí formar, para grupos de amigos y familia extendida. Pero nada es para siempre e inequívocamente todo te puede cambiar en tres patadas.
Ser resiliente está de moda en estos días que hay tantas definiciones como seres de luz. La mía es pararte de entre las cenizas, sacudirte el polvo, caminar erguida cuidando que cada paso venga con una elegante y auténtica actitud como si ya estuvieras disfrutando de un nuevo capítulo en tu vida.
Es para ti querida Laura a quien le escribo de la mano de Lala o Lalita con todo mi amor de osa.