En el lenguaje cotidiano, institucional y mediático, la forma en que nos referimos a las personas con discapacidad no solo comunica información: también refleja valores, respeto y conciencia social.
Por ello, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) ha establecido recomendaciones claras para promover un lenguaje incluyente y libre de estigmas.
Este artículo presenta las principales pautas terminológicas sugeridas por CONAPRED, complementadas con ejemplos prácticos y una mirada sensible hacia las identidades que se construyen desde la diversidad funcional.
✅ Término recomendado: Persona con discapacidad
Por qué usarlo:
- Pone énfasis en la persona, no en la condición.
- Evita reducir la identidad al diagnóstico médico.
- Es compatible con el enfoque de derechos humanos.
Ejemplos de uso:
- Correcto: “La institución cuenta con programas de inclusión para personas con discapacidad.”
- Incorrecto: “La institución apoya a los discapacitados.”
🚫 Evita: Discapacitado, minusválido, inválido
Motivo:
- Son términos obsoletos y peyorativos.
- Refuerzan estereotipos de inferioridad o inutilidad.
- No reconocen la diversidad funcional ni el contexto social.
Aquí tienes unos ejemplos de uso incorrecto:
- “El minusválido necesita ayuda para subir.”
- “Los inválidos reciben pensión.”
Alternativa correcta:
- “La persona con discapacidad motriz utiliza una rampa para acceder al edificio.”
🧩 Especificar el tipo de discapacidad (cuando sea relevante)
Recomendación:
- Solo mencionar el tipo de discapacidad si aporta información útil o necesaria.
- Usar términos técnicos y respetuosos.
Ejemplos:
- “Persona con discapacidad visual” (no “ciego”, salvo autoadscripción).
- “Persona con discapacidad auditiva” (no “sordo”, salvo autoadscripción).
- “Persona con discapacidad psicosocial” (no “loco” o “enfermo mental”).
🗣️ Sobre los términos “ciego” y “sordo”: identidad y contexto
Aunque en algunos contextos se recomienda el uso de “persona con discapacidad visual” o “auditiva”, los términos ciego y sordo son válidos y legítimos cuando:
- Son usados por las propias personas como parte de su identidad.
- Se refieren a comunidades culturales y lingüísticas, como la comunidad sorda.
- Se emplean con respeto y sin connotaciones negativas.
Revisa estos ejemplos de uso adecuado:
- “Luis es ciego desde nacimiento y es activista por la accesibilidad digital.”
- “La comunidad sorda en México promueve el uso de la Lengua de Señas Mexicana.”
Evita expresiones como:
- “Sufre de sordera” → ❌ Refuerza estigmas.
- “Padece de ceguera” → ❌ Enfoque de sufrimiento.
Alternativas respetuosas:
- “Persona ciega” o “persona sorda”, según preferencia individual o comunitaria.
🌈 Promueve el enfoque de inclusión y derechos
Lenguaje sugerido:
- “Accesibilidad”, “inclusión”, “participación plena”, “ajustes razonables”.
Ejemplo:
- “El evento contará con intérprete de Lengua de Señas Mexicana para garantizar la inclusión de personas sordas.”
📚 Recursos y marco normativo
CONAPRED recomienda consultar documentos como:
- Guía para el uso incluyente y no discriminatorio del lenguaje.
- Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU).
- Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad (México).














Es indispensable que en el sector gubernamental se aprenda y aplique el uso correcto de la terminología en materia de discapacidad