La admirable señora, la mañana del pasado sábado 25 de agosto, en un tweet comunico: “Estoy en donde mejor sirvo a mi país y donde más cerca estoy de quienes hoy me requieren en la casa chica: la familia:” La decisión según el Periódico Milenio de la misma fecha. La ex coordinadora de campaña la comunicó el jueves 24 de agosto al equipo del presidente electo, que no tomará el cargo de subsecretaria y que optará por la diputación que ganó por la vía de la representación proporcional.
La singular e inusual decisión, es quizá la primera en la que en el Gobierno del próximo Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador. Una carismática coordinadora de campaña e importante prospecto para un alto puesto gubernamental, decide no ser miembro del gobierno Federal y servir al país como Diputada Federal, desde donde podrá tener el nivel de autonomía y libertad de expresión que ella decida, para analizar los grandes problemas que está padeciendo la mayor parte de la sociedad mexicana de los diferentes estratos sociales y, en su caso, presentar o apoyar iniciativas de ley o grandes modificaciones al marco jurídico constitucional, que tengan por objeto construir el Estado de Derecho que urge a la Nación, para poder sancionar la escandalosa y cínica impunidad y corrupción de gran parte de la clase política, Federal, Estatal y Municipal que afortunadamente para la mayoría de los mexicanos, dejara el poder el próximo primero de diciembre de 2018.
Y es que un autentico Estado de Derecho, es el detonante que la sociedad requiere para la urgente pacificación del país, para iniciar un verdadero combate a la desigualdad y a la pobreza, para disminuir la migración, para proporcionar atención médica digna y suficiente a la población, para frenar la entrega de las riquezas naturales de la nación, para garantizar la seguridad jurídica de la inversión nacional e internacional y, garantizar la democracia en sus múltiples aspectos, como el acceso a la justicia, a la educación, al trabajo y al bienestar en todos sus aspectos, sin dejar de contemplar el aval del Estado en una progresiva convivencia con Organismos Internacionales en la defensa de los Derechos Humanos de los Mexicanos.
En un sistema presidencialista como el que padrcenos los mexicanos, en la gran mayoría de los casos la inteligencia, la honestidad, el valor y la autonomía de un funcionario público, hace que estos sean peligrosos provocadores y portadores de virus mortales que aterran a la clase política tradicional y, que, por supuesto, hay que desterrarlos, encarcelarlos o eliminarlos. Por esa razón los funcionarios públicos federales, estatales y municipales, para disfrutar del presupuesto nacional, siempre han tenido que hacer culto a lambisconería gubernamental, expresando: “por instrucciones del señor gobernador”, “me ordenó el señor procurador”, “el presidente altamente conmovido por la situación, me ha instruido”, etcétera, no obstante, que a los gobernantes mencionados no les preocupe en los más mínimo el problema por el cual sus colaboradores salieron a cubrirles las espaldas y, con ello, conservar e incluso ascender a un cargo mejor retribuido.
Por las señaladas razones que, por supuesto, no es la generalidad, juzgue usted estimado lector la acertada decisión de la brillante Tatiana Clouthier, de no asumir el tentador cargo de Subsecretaria de Participación Ciudadana, Democracia Participativa y Organizaciones Civiles, de la Secretaría de Gobernación, el cual de no haber una disruptiva transformación del sistema presidencial, probablemente la hubiera colocado en una celda imaginaria que ocultaría su luz propia y el notorio carisma que mostró en decenas de entrevistas y debates que llevó a cabo en los medios de comunicación, en donde impulsó con lealtad y eficacia el triunfo de MORENA en las pasadas elecciones Presidenciales, en las que no me queda duda que su personalidad y sus argumentos, convencieron a un gran número de ciudadanos a votar a favor de MORENA.
Pero para los que votamos por MORENA por personas como ella y, por el compromiso de erradicar la corrupción de la mafia del poder, no nos queda claro eso del perdón y olvido para la clase política impune que se robó cantidades enormes de dinero, que representaron por años, falta de inversión pública, trabajo y bienestar para millones de mexicanos y, por supuesto, miseria integral, migrantes y desaparecidos que no los volvió a ver su familia, miles y miles de desintegraciones familiares a causa del desempleo y su consecuencia la pobreza y, una gran parte de la sociedad endeudada, desnutrida y sin futuro, entre cientos de problemas que generó y sigue causando ese cínico robo a la nación.
Por lo tanto, la futura Diputada Tatiana Clouthier, representa una expectativa de dignidad y sensibilidad, que ojala, esté dispuesta a impulsar desde la tribuna legislativa el nacimiento de un autentico Estado de Derecho, como detonante sin lugar a dudas, de un cambio cualitativo y cuantitativo en el bienestar de los mexicanos, así como en la solución progresiva y firme de los grandes problemas del país.
Manuel Guerrero Ramos.