En México, la población LGBTQ+ representa una parte significativa y visible de la sociedad. De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) aproximadamente el 5% de la población mexicana se identifica como parte de la comunidad LGBTQ+, porcentaje que se traduce a más de 5 millones de personas. Del total de la población de 15 años y más, el 10.6 % (490 mil) se autoidentificó como lesbiana, 26.5 % (1.2 millones) como gay u homosexual, 51.7 % (2.4 millones) como bisexual y 11.2 % (519 mil), con otra orientación sexual.1
Actualmente, la comunidad LGBT+ enfrenta desafíos en términos de salud sexual. Estudios recientes, como el publicado en AIDS and Behavior, indican que las ITS son una preocupación considerable dentro de este sector poblacional. Factores como el estigma, la discriminación y el acceso desigual a servicios de salud contribuyen a una mayor prevalencia de enfermedades entre las personas LGBT+ en comparación con la población general. Sin embargo, el uso de condones ha tenido una tendencia a la baja durante la última década, encontrando que la proporción aumentó un 2.2% en un año promedio. 2
El estudio también examina la efectividad del uso del condón en la prevención de ITS, destacando varios puntos cruciales:
Reducción significativa de contagio de infecciones de transmisión sexual: El uso constante del condón reduce significativamente el riesgo de transmisión de ITS, incluyendo el VIH. Aunque PrEP ha sido una adición importante en la prevención del VIH, no protege contra la sífilis, la gonorrea y la clamidia.
Al respecto, Marcela Vázquez, Brand Manager de Trojan México, señala que “el correcto uso del condón ha demostrado ser altamente eficaz en la prevención de infecciones de transmisión sexual y el riesgo de embarazos no planeados en más del 98%. Promover una cultura del uso del condón no solo protege a las personas de enfermedades potencialmente graves, también fomenta una actitud de responsabilidad y cuidado”.
Importancia de la educación sexual: La educación sexual integral y accesible es esencial para fomentar el uso correcto y consistente del condón. Un artículo de la Universidad de Washington3 destaca la necesidad urgente de mayor educación y concienciación, especialmente ante la disminución en el uso del condón en los últimos años.
El condón como herramienta de empoderamiento: Promover el uso del condón también es una forma de empoderar a las personas, dándoles control sobre su salud sexual y reduciendo la ansiedad asociada con la posibilidad de contraer una ITS.
A través de campañas de sensibilización y colaboración con organizaciones de salud, Trojan promueve una sexualidad segura, informada y responsable con el uso del condón. Estas iniciativas son fundamentales para abrir paso al empoderamiento, ya que contar con información y recursos educativos fomenta en las personas una mayor autonomía y confianza en la toma de decisiones sexuales.
“El empoderamiento también se manifiesta en la capacidad de las personas para elegir el uso del condón en sus relaciones sexuales, lo cual es crucial para la autodeterminación y la autonomía personal, permitiendo a las personas mantener prácticas sexuales saludables” concluyó la vocera de Condones Trojan.
El uso del condón es parte esencial de la vida sexual plena y divertida. Por ello, Trojan destaca que el condón también aumenta el placer sexual gracias a la variedad de opciones diseñadas para mejorar la experiencia. Como cada año, la marca reafirma su compromiso con la comunidad LGBTQ+ promoviendo prácticas sexuales responsables y ofreciendo recursos que empoderan a las personas para tomar decisiones informadas sobre su salud sexual.
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