Toda persona durante su vida se prepara para la construcción de un patrimonio, que pueda ser base en su desarrollo personal y profesional, lo que le permitiría tener un estado de bienestar saludable, por su felicidad y la de sus seres queridos, sin embargo, todo esto puede terminarse en cualquier momento, en particular cuando se llega a la etapa final de la existencia o bajo otras circunstancias, por tanto es bajo ese contexto, cuando surge la inquietud, necesidad o urgencia por contar con un testamento.
En ese sentido, la Licenciada en Derecho, Gloria Eloísa Arteaga Villaseñor, maestra de Universidad CIES en Tijuana, Baja California, sostiene que en México, no existe la cultura testamentaria, por tanto es una constante el que las personas no pongan como parte de sus prioridades la elaboración del documento en tiempo y forma, dando como resultado conflictos de carácter familiar.
“La triste realidad es que en México es extremadamente escasa la gente que responsablemente elabora su testamento, de hecho, para evitar esta situación, desde hace ya, varios años se ha creado la campaña “Septiembre mes del testamento”, donde la elaboración de un testamento, es más barato, que el resto del año”, expresó la abogada.
Puntualizó que el no tenerlo, se convierte en una gran problemática “para los presuntos herederos, puesto que conlleva desafortunadamente a juicios sucesorios intestamentarios larguísimos que pueden llevar años y años antes de que se resuelva quienes son los herederos, ya que al no haber un testamento, el Código Civil de Baja California nos dice que la herencia corresponde a quien por ley tenga derecho a ésta”.
Pero por qué es importante hacer un testamento, la respuesta más sencilla es que lo obtenido, logrado, construido, acumulado, ahorrado y hasta invertido, no se pierda, desvíe, destruya, derroche o se congele, dejando un estela de problemas que pueden dañar la estructura de una familia o empresa.
“Es importante que nuestra última voluntad sobre nuestro patrimonio sea respetada y quede plasmada en un documento que servirá además para evitar posibles problemas futuros a nuestros herederos, es decir, a los nuevos titulares de nuestro patrimonio al fallecer, cabe mencionar de manera importantísima, que el patrimonio de las personas se compone de dos elementos, el elemento activo, que son los bienes y derechos, es decir, el haber patrimonial, así como el elemento pasivo, que son las obligaciones y cargas o gravámenes, es decir, el déficit patrimonial, con esto, entendamos pues, que se hereda en bloque, tanto el activo como el pasivo”.
Ante eso, Arteaga Villaseñor, invitó a estar al tanto de la información en torno al trámite con personas especializadas, de tal forma que sea elaborado de la manera correcta y legal, dado que de esperarse hasta el último momento, pudiese no alcanzar el tiempo.
