Venir a Tijuana es vivir un acercamiento a la pluralidad de Baja California y la diversidad de México, en particular cuando se trata de su variabilidad culinaria, una experiencia que puede disfrutarse en la avenida Revolución y calle Segunda, todo en el restaurante Reva, justo en la parte alta desde donde se alcanza a ver el majetuoso arco monumental.
«Reva es una invitación a disfrutar de las raíces mexicanas, tan solo el nombre, Reva, es un reconocimiento a las personas revolucionarias, que día a día se esfuerzan con alegría para forjar un mejor presente y futuro, por tanto, es aquí en donde se valora con una cocina también revolucionaria a esas esas mujeres y hombres que se esfuerzan a diario para vivir con intensidad», expresó su propietario, Ramón González Pimentel.
El menú es variado, para todos los gustos, de ahí que como entradas, hay para elegir, tacos de fideo frito, carne estilo Sonora, tuétanos al grill con esquites y chicharrón de camarón.
Después del arranque se sugiere una sopa de elote tatemado, tomate ahumado y una de tortilla, para pasar entonces a lo fuerte, como un ribeye en aguachile o sobre piedra volcánica, pulpo adobado, camarones al ajillo, picaña, tomahawk, birria de res, lengua en salsa verde y mole de mamey.
Ya en el cierre, no debe descartarse la barra de postre, como el mousse de elote con guayaba, empanada de arroz con leche, pastel de 3 leches con 7 chiles y el Eclairla Reva.
Dado que la fiesta ha de continuar, será estupendo recurrir a la mixología, degustando una Carrillera (jugo de naranja, jugo de piña, crema de coco y ron), Chavela (jugo de limón, vodka, granadina y refresco de limón), La mula (chile ancho reyes, ginebra, jugo de limón, miel de agave y frambuesa) y el Tejatillo (tequila, leche evaporada y tejate).
«Nuestro nuevo menú es una celebración de la gastronomía mexicana, con un toque único que refleja nuestra pasión por innovar y experimentar con sabores auténticos», mencionó al respecto el Chef César Arredondo, durante la reinauguración del establecimiento que no solo destaca por su sazón, pues la vista panorámica obliga a la toma fotográfica del recuerdo.
